Un profundo sentimiento de amargura y desamparo se ha apoderado de mi esta noche. Me gustaría que pudieras entrar en mi cabeza para comprender mejor esa revolución indómita, imposible de plasmar en una hoja de papel...
No me atrevo a decirte que te amo. Tal vez lo justo sería decir que necesito amarte, lo necesito desesperadamente.
El amor debe ser algo muy serio y yo siempre jugué al enamorado. Hacer eso corrompe el alma y malacostumbra al cuerpo. Convierte la relación hombre-mujer en algo mecánico, burdo, aprendido, como se aprenden las tablas de multiplicar o memorizan los datos de una clase inútil.
Mis compañerasde lecho solían hacer la misma exclamación despues de la aventura. "¿Y esto es todo? ¿Por esto tanto alboroto? ¿Por algo tan insulso se polemiza así?".
Desepcionado por el concepto del amor que conocí, me dedique a explotarlo, buscando más y más placer en el empinándome en un barril sin fondo, metiendo las manos y la cara en esas aguas por las que navegaba, cegado por su fetidez y turbiedad. El climax físico era muy similar a una pequeña muerte, algo poderoso y enajenate pero efímero y corto. Después de experimentarlo, el encanto desaparece y solo quedan dos cuerpos.
Entonces me di cuenta que mi barco se hundía en un pantano y que yo me hundía con el. Y el doctor Asaf apareció en mi vida. Y aparecistes tú ... Ahora he llegado a creer que las aguas del verdadero amor deben tener otro color y otro aroma y que mi barco no debe hundirse.
Soy un experto en amores, pero no conozco el amor. Desde hace varios años me he burlado de ese sentimiento "ciego" y sin sentido calificándolo como algo tonto, idealista y bobo que solo los niños pueden inventar, pero ya no quiero burlarme, ya no puedo hacerlo, ¿me entiendes? Pensando en ti he imaginado lo extraordinario que debe ser dar todo a cambio de nada, desear lo mejor para la persona amada, disfrutar con su alegría y llorar con sus tristeza, permanecer a su lado en la adversidad para darle una frase de consuelo, de aniño, de apoyo; entregar el alma y el corazón sin condiciones, sin pedir nada a cambio, por el simple gusto de darse, por la simple alegría de amar ...
No me juzgues de impulsivo al hallarte con lo único que realmente intento decirte en esta carta: si alguna vez llego a amar a una mujer de esa forma me gustaría que fueras tú ...
Te siento conmigo, y eso me da fuerzas, pero también me atemoriza. Porque si me equivoco esta vez, creo que nunca más seré capaz de levantarme.